La causa de los desastres de tu vida.

A nadie nos gusta admitir que tenemos problemas. Seguramente, como ya hemos leído algo de espiritualidad, no los llamamos problemas sino retos, despuntes de ego, lecciones de vida, emociones no sentidas, casualidades…

Cuando hablo de problemas, me refiero a un suceso o una circunstancia, ya sea interna (que sucede dentro de nuestro cuerpo) o externa (una circunstancia o suceso), que obstruye el flujo natural de la consciencia, y que provoca sufrimiento, exceso de análisis mental e insatisfacción.

Primero voy a hablar de los problemas externos, que son los que mas nos suelen preocupar: Mi ex-marido maltratador, mi madre narcisista, mi hijo problemático, mi problema con las relaciones, mi constante insatisfacción con todo, la falta de trabajo estable etc.

¿A quién no le gustaría acabar con estos bucles de sufrimiento de nuestra vida?

Te voy a dar una pista: Si tiras del hilo de tus problemas “externos”, encontrarás un problema “interno”.

Hay una emoción estancada, una impulsividad, un patrón de comportamiento o un punto de vista rígido que no nos permite resolver y tirar para adelante en nuestra vida.

La realidad es que nosotros podemos con todo lo que nos pasa en nuestra vida, en caso de no poderlo cambiar, podemos drenar la emoción, ser vulnerables y volver al equilibrio, y si lo podemos cambiar, encontraremos la manera, teniendo la claridad mental y la creatividad suficiente para darle la vuelta.

La base del trabajo tántrico consiste en limpiar el cuerpo de shankaras (energías densas creadas por los residuos de emociones y experiencias pasadas) y la mente de vikalpas (formas de pensamiento rígidas y estancadas) para poder acceder a un estado de apertura, y sabiduría. Un estado que nos permite ser funcionales y encontrar realización en todos los ámbitos de nuestra vida.

De esta manera empezamos a percibir la realidad de manera directa, sin dobleces, podemos discernir y poner limites cuando son necesarios, ser vulnerables cuando corresponde, preocuparnos cuando hace falta, y despreocuparnos cuando no es necesario.

No hay una manera correcta de estar en la vida, todo depende, pero para tener la actitud coherente en cada circunstancia, el único camino eficaz es el de afinar el cuerpo.

Queda 1 plaza en el Grupo de Prácticas para este mes.